Estimadas amigas/os: les adjunto una semblanza biográfica de Guadalupe Larriva, al haberse cumplido el primer mes de su trágica partida.
Cordiales saludos
Silvia Vega
GUADALUPE LARRIVA GONZALEZ:
Una mujer que abrió caminos y transitó por ellos con sencillez y sobriedad
La sentida conmoción nacional que causó la prematura e inexplicable muerte de Guadalupe Larriva, el pasado 24 de enero de 2007, expresa la huella profunda que dejó esta admirable mujer en la conciencia y el corazón de las ecuatorianas y ecuatorianos. Su última y más reciente función pública, como primera Ministra de Defensa Nacional, la proyectó como un ser humano valiente y capaz de asumir retos inéditos en la historia nacional, no para provecho y halago propios, sino para unirse al caudal colectivo de voluntades que quieren, esperan y trabajan por el cambio profundo del Ecuador, en este momento histórico de la Patria Grande y de la Patria Chica que anuncia nuevos vientos y nuevos horizontes.
Su designación como primera Ministra de Defensa Nacional que la cumplió con visible optimismo y serenidad, en los raudos nueve días que estuvo al frente de esta función, es la culminación de un camino de servicio público y de compromiso humano, que lo fue transitando desde muchos años atrás, con tenacidad y paciencia, con ahínco y fervor, con sencillez y alegría….
La mujer íntegra y tierna en su vida privada
Personalidades superiores como la de Guadalupe Larriva, se forjan y acrisolan en el seno de la intimidad familiar. Ella, una mujer cuencana, amante de su ciudad y orgullosa de su identidad morlaca, perteneció a una familia larga, cuyo padre y madre todavía reúnen en su torno a los numerosos/as hijos/as y nietos/as. Luego formó su propio hogar con Rodrigo Avila, con quien tuvo un hijo y dos hijas; una de ellas, la última, Claudia, le acompañó en el sendero final de la muerte–paso a otra luminosa vida….
Perdió joven a su esposo y con su esfuerzo y tesón sacó adelante a su familia. Ella fue el centro, el núcleo indudable de soporte y ternura para sus hijos/as y nietos/as, a quienes prodigó su amor infinito y de quienes se dejó nutrir para lograr fortaleza y ánimo elevado en su vida pública.
Volvió a abrir su corazón al amor y estaba próxima a contraer matrimonio en el mes de febrero….
Su amplia sonrisa dejaba traslucir un corazón pleno, una serenidad feliz, una madurez apacible!
La mujer esforzada en formarse y formar
Guadalupe Larriva estudió, como muchas otras mujeres de su tiempo, para ejercer la docencia. Obtuvo su licenciatura en Ciencias de la Educación y se graduó como Profesora en la especialidad de Historia y Geografía. Luego obtuvo su Doctorado en la misma especializació n y estudió un Postgrado en Geografía Agrícola.
Ejerció por largos años su cátedra en el Colegio Manuel Córdova Galarza, de la provincia del Azuay, desde 1980 y fue profesora titular de la Universidad de Cuenca, en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación , a partir de 1981, dictando varias cátedras de su especializació n.
Sus alumnos/as secundarios/ as y universitarios/ as y sus colegas maestros y maestras, la recuerdan por su afabilidad y por su responsabilidad; por el permanente esfuerzo de actualización y enriquecimiento académico.
Su preparación en el área de historia y geografía la llevó a escribir varios artículos y libros, especialmente referidos a su provincia y constituyó una base sólida para ejercer las funciones de Ministra de Defensa Nacional, para las que, el conocimiento del territorio y de las raíces históricas de la identidad nacional, fue un importante capital teórico para la excelencia de su desempeño.
Guadalupe tenía además una profunda vocación literaria. Siempre se daba tiempo entre sus múltiples tareas, para leer y comentar libros del género más diverso. Preparaba con interés sus discursos de presentación de libros, de crítica literaria y se esmeraba en hacerlos no sólo bien, sino bellamente escritos.
La mujer que abrió caminos y los transitó con sencillez y sobriedad
Guadalupe participó en asociaciones gremiales, políticas, filosóficas y culturales. Fue miembro de número de la Casa de la Cultura , Núcleo del Azuay, en la sección de Historia y Geografía; fue socia activa de la Corporación Literaria Ecuatoriana y Latinoamericana; fue Presidenta de la Unión Nacional de Educadores/as, núcleo del Azuay, liderando una posición gremial inscrita en objetivos nacionales que supere los atávicos sectarismos que tanto daño hacen a ciertas organizaciones sociales.
Desde una posición comprometida con la unidad de la izquierda, fue postulada como candidata a la Alcaldía de Cuenca en el año 2000. El notable respaldo obtenido a sus tesis y a su carisma, la enfiló en la actividad política más directa, postulándose luego a la diputación por su provincia, que la ejerció con destacada inteligencia y compromiso, en el periodo 2003-2006.
Fue Presidenta de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes del Congreso Nacional y, como tal, impulsó un amplio debate para construir participativamente una nueva Ley Orgánica de Educación, que fue discutida en primer debate y cuya aprobación definitiva se frustró por la convergencia de intereses retrógrados que le cerraron el paso. Queda allí su aporte a que otras mujeres y hombres dignos y visionarios/ as lo retomen. También propuso el proyecto de ley de Cultura Física, Deporte y Recreación, trabajado igualmente de manera participativa en la Comisión de su presidencia. Participó activamente en la aprobación de la Ley reformatoria de la Ley Constitutiva de la Academia Nacional de Historia, que fuera expedida hace 83 años; en este caso, la Comisión de Educación, Cultura y Deportes, presidida por Guadalupe, reformuló la propuesta presentada en el periodo legislativo anterior y la llevó a su discusión y aprobación.
Desde la Presidencia de la Comisión de Educación impulsó la elaboración de informes para primero y segundo debate de una veintena de leyes relacionadas con el tema educativo y cultural y ejerció una labor de control político y fiscalización en un amplio abanico de situaciones.
Presentó iniciativas legislativas en otros ámbitos: económico, político, electoral, de derechos humanos y otras tendientes a reconocer y viabilizar potencialidades de su ciudad y su región, como el Proyecto de Ley de Creación de Cuenca Ciudad Universitaria -que se halla lista para el segundo debate- y el Proyecto de Ley Reformatoria de la Ley Orgánica de Aduanas, que buscaba la constitución de un distrito permanente de Aduanas en Cuenca, para efectuar los trámites aduaneros desde y hacia la región del austro.
Fue una abanderada de los derechos de las mujeres en varias iniciativas legislativas como el proyecto de ley de educación de la sexualidad, -que tiene un informe para primer debate- y la dificultosa aprobación de los derechos sexuales y reproductivos en el Código de Salud. Fue designada por unanimidad para presidir el Foro de Mujeres Parlamentarias, en junio de 2005; en esa calidad propuso una reforma a la Ley Orgánica de la Función Legislativa para integrar este Foro como instancia permanente del Congreso. Su tolerancia y respeto por las opiniones ajenas le granjeó la simpatía y consideración de sus compañeros y compañeras parlamentarias, de distintas vertientes ideológicas. Ella sostenía que “uno de nuestros objetivos como mujeres que tenemos la oportunidad de actuar en la esfera de lo político, debe ser incentivar a que todas las mujeres se involucren en los procesos, para alcanzar mayor representatividad y obtener una intensa participación en el desarrollo público y personal, a través de nuevas formas de relaciones de poder”.
En su prolífica actividad parlamentaria, Guadalupe Larriva se mostró como una mujer responsable, que estudiaba y preparaba sus intervenciones, siempre atendidas con interés y respeto por sus colegas; como una diputada abierta y promotora de la participación ciudadana en la actividad legislativa y como una representante fiel a sus mandantes, responsable en su rendición de cuentas.
Guadalupe fue reconocida como líder y presidenta del Partido Socialista-Frente Amplio en su último Congreso, realizado en el año 2005, siendo la segunda mujer en ocupar esa función en los ochenta y un años de vida de ese Partido y una de las poquísimas mujeres reconocidas como dirigenta principal de una agrupación política en el país.
Sus compañeros y compañeras la recuerdan como una militante ejemplar por su compromiso y lealtad, como una revolucionaria de obra y no sólo de palabras, tanto por la defensa de los principios políticos de justicia social, solidaridad y desarrollo humano que los soñaba para el Ecuador, como porque aplicaba esos principios en su comportamiento diario con la gente de dentro y fuera de su partido. Su presencia diáfana y fresca en el liderazgo político de la izquierda ecuatoriana, hizo posible no sólo la confluencia del Partido Socialista en una alianza política con el Movimiento País, del actual presidente Correa, sino una permanente vocación unitaria con el conjunto de fuerzas sociales y políticas del espectro ideológico en el que ella militó.
Guadalupe rompió todos los esquemas cuando, sin renunciar a su fe cristiana, promovió la constitución de la fraternidad masónica de mujeres en su ciudad, en la que militó con convicción en los principios filosóficos del humanismo y la fraternidad universal y, especialmente en el laicismo, como principio rector de la democracia radical de la que era una convencida y como una condición esencial para el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.
La última trocha, quizás la más difícil, que no rehuyó sino se comprometió a abrirla, fue su aceptación del Ministerio de Defensa Nacional en el nuevo Gobierno de la “revolución ciudadana” planteada por el Presidente Correa. Asumir este reto desde su posición de mujer civil y socialista fue un “signo de los tiempos”. Tenía tantas ideas para plasmarlas en la transformació n de la institución militar, tantas propuestas para ser consensuadas e implementadas para la afirmación de un rol de paz, desarrollo y defensa soberana del Ecuador por parte de las FFAA…. Su inexplicable partida las dejó apenas esbozadas, pero vendrán otras y otros a retomarlas y culminarlas!
Guadalupe abrió caminos y los transitó con la sobriedad de una mujer inteligente y conciente de los desafíos de la época y a la vez, con la sencillez y calidez de un ser humano profundamente sensible y conectado con su entorno. Por eso, podemos parafrasear a Jenny Estrada, llamando a Guadalupe “una mujer total”.
“Una mujer adorable
Inteligente y capaz,
La luchadora tenaz,
La militante incansable,
La del gremio educador,
Una mente superior
En la ciencia y la cultura
Un legado que perdura
Por un futuro mejor!
Silvia Vega Ugalde
Quito, febrero 10 de 2007.
Proyecto de Ley Reformatoria de la Ley Orgánica de Responsabilidad, Estabilizació n y Transparencia Fiscal, Proyecto Sustitutivo a la Ley de los Centros de Transferencia y Desarrollo de Tecnologías, Proyecto de Ley Reformatoria a la Ley de Partidos Políticos del Ecuador, Proyecto Reformatorio a la Ley Orgánica de Control del Gasto Electoral y de la Propaganda Electoral , Proyecto de Reforma a la Ley Orgánica de Elecciones, Proyecto de Ley Reformatoria a la Ley de Extranjería, Proyecto de Reforma a la Ley Orgánica de Servicio Exterior, Proyecto de Ley Reformatoria a la Ley de Migración, Proyecto de Ley de Protección del Palacio Legislativo, Reforma a la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa, Proyecto Reformatorio a la Ley de Carrera Docente y Escalafón del Magisterio Nacional, Proyecto de Ley del Depósito Legal de Bienes Bibliográfico – Documentales, Ley del Sistema Nacional de Bibliotecas y Centros de Información, Proyecto de Ley del Libro, Proyecto de Ley de Ejercicio y Defensa Ética y Profesional de los Fisioterapeutas, Proyecto de Ley Reformatoria al Código Penal, en materia de derechos humanos, entre otras. (Informe de actividades, periodo enero 2003-junio 2006. Guadalupe Larriva González.)