Compañer@s les compartimos una noticia que preocupa al inicio de clases en la Costa.
COMUNICACIÓN CSE
La zonificación no funcionó con eficacia
DIARIO EL COMERCIO 27 DE FEBRERO DE 2007
Redacción Guayaquil
La zonificación nació hace 25 años como un proceso para lograr que los estudiantes que finalizan la primaria en una escuela fiscal sean ubicados en un colegio cercano a su plantel. Y así evitar que los padres no madruguen o pasen días detrás de una matrícula.
Sin embargo, este procedimiento no funcionó en su totalidad en Guayaquil. Por un lado, los padres insatisfechos por el colegio que les asignan a sus hijos se aglomeraban año tras año en los centros educativos tradicionales. A estos planteles les sobraban cupos, que vendían o entregaban a los ‘recomendados’ .
Por otro, según Arturo Cepeda, rector del Colegio Aguirre Abad, hubo desorden en el momento de distribuir a los estudiantes y la zonificación era “a dedo”.
“El año pasado, planteles como el Carlos Ortiz, ubicado en el Guasmo Sur, fue delegado al Colegio Guayaquil que está localizado en el centro”.
La subdirectora de Educación, Concepción Maridueña, admite estas fallas y agrega que los estudiantes de las escuelas particulares populares también incidieron en los problemas de la zonificación, ya que no hay suficientes colegios públicos.
Al respecto, Patricio Cajas, coordinador en Guayaquil del Contrato Social por la Educación, detecta que hay un déficit de colegios fiscales en el norte de la ciudad. En los nuevos asentamientos creció el número de escuelas, pero no el de colegios.
Actualmente en el norte hay 140 escuelas y 23 colegios, sin contar los planteles privados que proliferan en sectores como Flor de Bastión, Lomas de Prosperina y Bastión Popular.
“Durante estos años y por la falta de establecimientos, los padres de estudiantes fiscales y particulares hacen hasta lo imposible para matricular a sus hijos en el 28 de Mayo o Vicente Rocafuerte. No les importa que sus hijos gasten en transporte. Y, los que no consiguen matrícula, prefieren dejarlos sin estudiar”.
Para tratar de cambiar este panorama, los nuevos funcionarios de Educación organizaron una comisión para volver a ubicar a los estudiantes que ingresarán a octavo año.
La zonificación nació hace 25 años como un proceso para lograr que los estudiantes que finalizan la primaria en una escuela fiscal sean ubicados en un colegio cercano a su plantel. Y así evitar que los padres no madruguen o pasen días detrás de una matrícula.
Sin embargo, este procedimiento no funcionó en su totalidad en Guayaquil. Por un lado, los padres insatisfechos por el colegio que les asignan a sus hijos se aglomeraban año tras año en los centros educativos tradicionales. A estos planteles les sobraban cupos, que vendían o entregaban a los ‘recomendados’ .
Por otro, según Arturo Cepeda, rector del Colegio Aguirre Abad, hubo desorden en el momento de distribuir a los estudiantes y la zonificación era “a dedo”.
“El año pasado, planteles como el Carlos Ortiz, ubicado en el Guasmo Sur, fue delegado al Colegio Guayaquil que está localizado en el centro”.
La subdirectora de Educación, Concepción Maridueña, admite estas fallas y agrega que los estudiantes de las escuelas particulares populares también incidieron en los problemas de la zonificación, ya que no hay suficientes colegios públicos.
Al respecto, Patricio Cajas, coordinador en Guayaquil del Contrato Social por la Educación, detecta que hay un déficit de colegios fiscales en el norte de la ciudad. En los nuevos asentamientos creció el número de escuelas, pero no el de colegios.
Actualmente en el norte hay 140 escuelas y 23 colegios, sin contar los planteles privados que proliferan en sectores como Flor de Bastión, Lomas de Prosperina y Bastión Popular.
“Durante estos años y por la falta de establecimientos, los padres de estudiantes fiscales y particulares hacen hasta lo imposible para matricular a sus hijos en el 28 de Mayo o Vicente Rocafuerte. No les importa que sus hijos gasten en transporte. Y, los que no consiguen matrícula, prefieren dejarlos sin estudiar”.
Para tratar de cambiar este panorama, los nuevos funcionarios de Educación organizaron una comisión para volver a ubicar a los estudiantes que ingresarán a octavo año.
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